**El Eco Inagotable de la Gracia Divina**
¿Alguna vez te has sentido como una vasija rota, incapaz de contener nada valioso? La vida nos lanza golpes inesperados, dejándonos fragmentados y a menudo dudando de nuestro propio valor. Pero la Biblia nos revela una verdad transformadora: incluso en la fragilidad, la gracia de Dios nos encuentra.
Piensa en el Salmo 34:18: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.” No se trata de ser perfectos, sino de reconocer nuestra necesidad y acudir a Él. Su amor no es condicional; no depende de nuestros éxitos o fracasos. Es una corriente inagotable que fluye hacia nosotros, limpiando nuestras heridas y restaurando nuestras almas.
El amor de Dios, manifestado en Cristo, no es un evento pasado, sino una realidad presente y activa. Cada amanecer es un nuevo testimonio de Su fidelidad. Cada respiración, una oportunidad para sentir Su presencia. Permite que la Palabra sea tu refugio, la oración tu conexión, y la fe tu guía. Dios te ama incondicionalmente, hoy y siempre. Y en ese amor, encontrarás la fuerza para recomponerte, sanar y florecer.