**¿Hay un amor que no falla?**
En la vorágine de la vida moderna, ¿dónde encontramos algo que perdure? El corazón humano anhela un amor inquebrantable, una certeza que no se desvanezca. La Biblia nos revela la respuesta: el amor eterno de Dios.
No es un capricho pasajero, sino la esencia misma de Su ser, manifestada desde la creación hasta el sacrificio de Jesús en la cruz. Es un amor que persigue, que restaura, que consuela en cada estación de tu vida. Más allá de nuestras fallas y dudas, Su fidelidad nos envuelve. Cuando el mundo te falle, Su amor permanece como un faro inmutable, guiándote a casa.
¡Permite que esta verdad ancle tu alma! En Él, la esperanza jamás se extingue.