## El Eco Eterno del Amor
Imaginen un eco. Un sonido que se desvanece, pero persiste en la distancia. Así es el amor de Dios, no una explosión fugaz, sino un eco eterno que resuena a través de las Escrituras, y en nuestras propias vidas.
Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Biblia canta una melodía incesante de amor redentor. Un amor que crea, que perdona, que busca con insistencia a su creación descarriada. Un amor que se manifiesta en la paciencia de Noé, en la promesa a Abraham, en la liberación de Egipto, en la encarnación de Jesús.
Quizás sientas que tu voz se pierde en el ruido del mundo. Quizás te sientas pequeño e insignificante. Pero recuerda: el eco del amor de Dios te alcanza, te envuelve, te transforma. Es un amor que no depende de tu perfección, sino que te abraza en tu imperfección.
Escucha el eco. Permite que te llene de esperanza. Permite que te recuerde que eres amado, profunda e incondicionalmente, por un Dios que te persigue con su amor eterno. El eco del amor nunca se desvanece, siempre está ahí, resonando en tu corazón.